Allá por el año 1998, corrí mi primera y única maratón, recuerdo que hacía poco que corría (empecé triatlón en el 96), y los primeros años los entrenamientos fueron muy pocos y de mala calidad. Y ese año me animé a participar en la Marató de Barcelona, cuando aún iba recorriendo la NII desde Mataró hasta Barcelona. Entrené muy poco tiempo, con sesiones largas ridículas que no llegaban a la hora y media, y encima un par de semanas antes me puse enfermo (serían los nervios?), y bajé aún más el ritmo de entrenos. El día de carrera disfruté mucho, y quizá iba más animado de lo normal, sin saber que los 42,2 kms eran muchos para mi, y a partir del km 25-30 empecé a tener problemas musculares, y sufrí cada vez más hasta el final, pero llegué y acabé con 4:21
Después de eso vino el triatlón de larga distancia, primero un "B" y luego el primer Ironman. El tiempo corriendo los 42,2 kms fue muy malo, y me prometí a mi mismo que no volvería a correr una maratón (entendiendo solamente la prueba de carrera a pie), hasta que consiguiese bajar esos 4:21 en los 42,2 kms de un Ironman, parecía asequible, pero después de 5 veces finisher IM, y otros 4 intentos fallidos, ni me he acercado a esa marca, y he pensado que ya lo había intentado suficientes veces, y porqué no, llegaba el momento de incumplir esa promesa...

Así que ahora me espera dentro de poco.. el 19 de octubre, la ING Amsterdam Marathon, a la que voy a acudir sin ninguna preparación específica, sólo como guinda final a esta larga temporada de triatlón. Seguramente voy a recordar momentos como los vividos en 1998, en los que me será imposible aguantar un ritmo constante durante tantos kms, pero mi única ilusión es pasármelo bien, disfrutar y poder llegar a meta. Quizá sea una puerta que se me abra para correr más maratones en el futuro, o para correr con otra mentalidad en los futuros ironmanes dónde vaya.
Después de eso vino el triatlón de larga distancia, primero un "B" y luego el primer Ironman. El tiempo corriendo los 42,2 kms fue muy malo, y me prometí a mi mismo que no volvería a correr una maratón (entendiendo solamente la prueba de carrera a pie), hasta que consiguiese bajar esos 4:21 en los 42,2 kms de un Ironman, parecía asequible, pero después de 5 veces finisher IM, y otros 4 intentos fallidos, ni me he acercado a esa marca, y he pensado que ya lo había intentado suficientes veces, y porqué no, llegaba el momento de incumplir esa promesa...

Así que ahora me espera dentro de poco.. el 19 de octubre, la ING Amsterdam Marathon, a la que voy a acudir sin ninguna preparación específica, sólo como guinda final a esta larga temporada de triatlón. Seguramente voy a recordar momentos como los vividos en 1998, en los que me será imposible aguantar un ritmo constante durante tantos kms, pero mi única ilusión es pasármelo bien, disfrutar y poder llegar a meta. Quizá sea una puerta que se me abra para correr más maratones en el futuro, o para correr con otra mentalidad en los futuros ironmanes dónde vaya.